domingo, 13 de julio de 2008

Tan lejos, tan cerca

Intentar cambiar la vida de uno es el primer paso, definitivamente yo no lo he dado este fin de semana.

La noche del sábado comenzó como cualquiera otra de vacaciones, cena al aire libre, vino, mosquitos y buen humor. Una copa furtiva en el restaurante nos llevó a perdernos por la noche entre mil bares de copas, todo novedad, todo rutina.

Poco a poco, cuanto más subía el nivel de alcohol en mi sangre, más sólo me iba quedando, la humanidad no evitaba su tendencia a pasar las noches por pares, y yo no ocultaba la mía, de jugar mi turno a modo de solitario.

Arrastrado por las coletadas, la soledad entre una multitud febril llega impasible, los porcentajes en mi sangre no dejan que la lógica llegue a mi cabeza, y como un psicópata excéntrico comienzo a presentarme y a unirme a grupos cercanos. Es fácil lanzarse al mundo con tal de no pensar en el momento, lo importante era no pensar en que estaba sólo, lo importante era no volver al hotel, lo importante era que no quería llorar.

¿Por qué fui? ¿Por qué no me fui? No me fui, decidí pasar mi soledad entre acompañados, las risas que me miraban recordándome que estaba loco, me avergozaron, me hicieron retirarme, pero mi negación a quedarme solo e irme era más fuerte, cuando los que me abandonaron volvieran debían de preguntarse dónde estaba, debían pensar que yo también estaba acompañado, que no me había vuelto sólo a esperarme como morir una noche más.

Las luces se encendieron, me alumbraron como un mueble más de una barra de discoteca, un mueble que no podía contar las copas que se había bebido. El sol me saludó cómplice de un paseo como muchos otros. El último en llegar, y cumplí lo prometido esa noche, no quise llorar.

"¿Dónde estuviste?"... Dónde únicamente yo puedo ir...

6 comentarios:

EMNM dijo...

Tío, estoy seguro que puedes ir a otros muchos sitios y no de esa manera, hay que tener confianza en uno mismo, las cosas son más sencillas de lo que pensamos, inténtalo que no pasa nada.
Buena semana ;)

Laura dijo...

Yo creo que no hubiera pasado nada porque te hubieras retirado solo al hotel. Nunca he vivido una situación tan extrema pero sí he podido sentir algo parecido. Salir para no divertirse no tiene mucha gracia, será por eso que salgo poco. Cuídate. Saludos.

Rumbero dijo...

todo es fácil o difícil
Matritensis:
Dependiendo de la óptica con la que se mire, el intento está hecho, lo que no se, es cuando repetiré el intento...

Laura:
Ahora, si veo lo más lógico haberme retirado, en aquel momento todo era mejor que irme sólo a llorar con la borrachera. De todas formas la culpa es mía, que no aprendo, y a veces pienso que voy a peor por más palos que den.

Muchas gracias por comentar!

Thiago dijo...

No puedo ver el vídeo y noto como si me faltara algo... Como si me estuviera perdiendo algo importante del post...!

En fin, yo creo como dices tu, que todo forma parte de un aprendizaje inevitable... Y es que la soledad es muy mala.

Cuidate, vale? Bezos.

Stultifer dijo...

¿Hay problemas por ir solo? Es de la única manera en que nunca notaras ausencias. Otro día coje un taxi y que te pasee.

AxiomA dijo...

Me ha recordado tantas cosas.. Un abrazo fuerte, Amigo...