Atormentarme es la única forma de sentir la vida, al menos si sufro, vivo, mi corazón no puede sentir, no sabe sentir, sólo el sufrimiento rompe la coraza, y me recuerda que aún estoy vivo.
No quiero condenar a nadie, prefiero vivir en mi cárcel de soledad, que obligar a otros a entrar en una cárcel de culpa.
Dios, me muestra el camino, pero nunca sabré si es mi camino hasta que no decida tomarlo. ¿Algún otro Dios podrá guiarme?
No hay comentarios:
Publicar un comentario